Espejos de la noche

Por Mayela Illezcas•Humanidades

I

Olía a perfume barato.
Sus ojos de hembra en éxtasis
y ese sutil olor a tabaco,
me incitaron al sigilo de su sombra.
Quizá ya la conocía,
en borracheras pasadas
o bares extintos.
Sus pupilas dilatas escudriñaronme
abriendo mi apetito.
Mujer promoviendo cuatro letras
sobre una avenida,
levitante al asfalto.
Diosa recorriendo cetros.

II

Le arranqué las medias.
sobre un colchón junkie
cubierta con manchas de semen y olor a vómito.
Conecté sus lunares con mi lengua,
recorrí países de continentes extraños.
Sus manos moldearon mi cuerpo,
gemiamos reconstruyendo nuestras almas.
Que rotos estamos cuando nos conocemos la mitad
y el verdugo nos abandona
por una víctima menos osada.
Pero quizá nos conocimos en otras vidas,
dentro de sueños ajenos
o cualquier sustancia psicotrópica
tejiendo nuestra mutua existencia
y lo hemos olvidado.

Droga que adormece mi hastío.
Pero cuando el efecto termine,
antes que el último vagón,
interrumpa el silencio
contará el dinero que sane los vacíos.
Todo lo que tenía:
una grapa, un par de billetes y un reloj;
cubrirá el costo de olvido
entre los ríos de lluvia.
Es tiempo de poner el cabello sobre la sábana,
la mejilla sobre la sábana
y la demás parte del cuerpo…
tomar los sentimientos comunes
y dejarlos en lugares encontrados,
como objetos que no deben valorizar nuestros miedos,
verlos desde una perspectiva diferente.
Los brazos cuelgan como manecillas de la cama.
Necesitaba escribirte con las manos al aire,
Con los dedos al vacío
sin la necesidad de ir a las cicatrices de tu cuerpo
y buscaré ahí con labios suaves.
Los besos duelen cual grieta donde se expulsa
la palabra, el hálito, la vida.
No tengo más que redactarte que sueños mutilados.
En ocasiones reviven y se entretejen con otras fantasías nuevas
para luego devorarse en silencio y esparcirse corrosivas.
Nos hablan de las heridas, pero no de la comezón de la costra
y el dolor que produce su cicatriz.
Por eso pongo la cabeza sobre la cama,
los brazos sobre la cama
y el pesar en la ausencia.

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