Refugio enmarañado

Rodrigo Argel Gamboa Garnica – Derecho, UAM-A

Al fin es mi secreto.

No importa decirlo ni gritarlo

la vida ha dictado por decreto

¡Sólo puedo yo quererlo!

 

El silencio de tus ojos,

la sonrisa apacible.

Arrencio mis sentidos,

mi mirada indignante

descubre un suceso increíble:

eres pócima que cura los quejidos.

 

Que quede aclarado,

no es estar enamorado,

simplemente tu existencia

a la vida auxilia con tu esencia.

 

Al camino no está atado,

pero sigues siendo el refugio

de mi corazón amordazado,

de mi sentimiento en naufragio.

 

Contradicciones parecieran. Anhelo explicarlo,

no puedo, hay que ser sensato y aceptarlo:

El tema por mucho ha rebasado,

A este humano enmarañado.

 

 

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